Porque son necesarios los males, sino la felicidad sería rutina y no sería feliz. Si se piensa ya no es felicidad, si se sabe tampoco lo es, entonces, ¿qué es?, si se contesta ya no es felicidad, si se llama para que venga tampoco lo es, ergo, para que llamar a algo que si se piensa ya no está.
Para que llamar, pensar, necesitar, algo que no está, nunca ha estado ni estará, solo, y digo solo, llegará cuando no lo sepas. No, no lo estoy.
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